Las temidas verrugas. Aparecen por todas partes, son feas y parecen eternas. Sus tratamientos son muy pesados, largos y agotadores. Así que vamos a aprender un poco sobre ellas…
¿Qué son exactamente?
Las verrugas son lesiones de la piel causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Existen múltiples tipos de VPH, dando lugar a distintos tipos de verrugas (vulgares, planas, plantares, genitales…).
¿Cómo se contagian?
Las verrugas se contagian a través del contacto de la piel con alguien que tenga una verruga o a través del contacto con objetos que hayan estado en contacto con verrugas (toallas, andar descalzo, juguetes…).
Los niños con piel atópica pueden contraerlas con más frecuencia.
Después del contacto con una verruga, puede tardar semanas o meses en desarrollarse ya que crecen muy lentamente.
¿Tipos de verrugas?
Verrugas comunes: las más frecuentes en los niños. Aparecen normalmente en los dedos, en el dorso de las manos y alrededor de las uñas. También pueden aparecer en las rodillas o los codos. Suelen formarse en áreas de piel con heridas. Son rugosas.
Verrugas plantares: cuando aparecen en la planta de los pies. Crecen rápidamente y pueden ser dolorosas.
Verrugas planas: aparecen principalmente en la cara, aunque se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo. Son pequeñas y lisas, de color rosa, marrón claro o amarillo. Suelen ser múltiples.
Verrugas filiformes: normalmente son de color carne y con frecuencia crecen en la boca o alrededor de los ojos o la nariz. Son pequeñas y alargadas, con forma de pequeños dedos.
Verrugas genitales: son del color de la piel y pueden ser ásperas o lisas. Pueden aparecer en los genitales o a su alrededor. Es importante su diagnóstico y tratamiento. Pueden ser causa de transmisión sexual.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento debe hacerse individualizado para cada paciente y cada verruga. El objetivo es reducir el riesgo de extensión del virus a otras partes del cuerpo y a otras personas. La mayoría son inofensivas y desaparecen de forma espontánea, pero pueden tardar 2 años o más.
Hay ocasiones que se debe utilizar más de un tipo de tratamiento para la misma verruga. Pueden tardar meses en desaparecer y independientemente del tratamiento realizado es posible su reaparición.
¿Cómo se pueden prevenir?
– Evitar el rascado de las verrugas.
– Evitar el contacto con otras personas o utensilios.
– Evitar andar descalzo en las piscinas, duchas o vestidores públicos.
– Mantener los pies secos (la humedad favorece la extensión).
– Lavarse frecuentemente las manos y la piel.