¿A tu bebé se le ponen los mofletes rojos con el frío?

Es algo bastante habitual en los niños y niñas, y a continuación te explicaré el por qué.

El frío reseca la piel con más facilidad, seguramente lo habéis notado en vuestra propia piel. En invierno, a parte de las bajas temperaturas, también hay menor humedad, más viento y cambios de temperatura más marcados. En condiciones generales, cuando la humedad es baja, la piel tiene más dificultad para mantener sus niveles de hidratación.

En el caso de los niños y niñas pequeños, y más especialmente en los bebés, esto todavía se acentúa más porque tienen una piel más inmadura. Su piel, que hace de barrera, todavía no está completamente formada y además és mas fina que la de un adulto y eso hace que también haya una mayor pérdida de agua a través de la piel y que le cueste aún más mantener la hidratación.

Todos estos motivos hacen que la piel del bebé se pueda irritar, resecar y enrojecer con más facilidad. La piel de la cara, especialmente de los mofletes, queda muy expuesta a las condiciones ambientales y por eso es habitual ver en invierno bebés con los mofletes más rugosos y rojos.

Aquí, la clave está en la prevención. Baños cortitos y con jabones específicos, evitar fragancias y otros irritantes e indispensable una muy buena hidratación. Y si vemos que aún así mantiene zonas de la piel rojas y rugosas, debemos consultar con nuestro pediatra o dermatólogo pediátrico para descartar que sean eczemas típicos de la dermatitis atópica.