En el coche, a contramarcha

Hoy contamos con la colaboración de Cristina Hurtado (https://www.crishurtadolab.com), una experta en temas de seguridad infantil y una apasionada de la divulgación de la importancia de la contramarcha.

¿Por qué es importante que los niños usen un sistema de retención infantil adecuado a sus características?

Los niños necesitan un sistema de retención infantil (SRI) adecuado a sus características porque los niños no son adultos en miniatura. Las diferencias fisiológicas más importantes son:

  • La proporción de la cabeza. Hasta los 3 años, la cabeza de un niño representa entre el 20 y el 25% de su peso total. En el adulto, sólo es el 6%.
En esta gráfica podéis ver la evolución aproximada
  • El sistema esquelético está en desarrollo. Los huesos de los bebés y niños pequeños tienen un gran componente cartilaginoso. Si nos centrámos en las vértebras cervicales, están compuestas por tres porciones de hueso unidas entre ellas por cartílago. Hasta los tres-seis años no se convierte en anillo vertebral completo de hueso (aunque el proceso no se completa hasta la pubertad). Esto hace que la protección de la médula espinal y la vascularización que pasa por dentro del canal medular sea poco eficaz en casos de fuertes tracciones.
  • Control motor inmaduro. Durante los primeros años de vida aprendemos a dominar y controlar nuestro cuerpo frente a acciones voluntarias o también en situaciones inesperadas en las que necesitamos que nuestro cuerpo reaccione de manera rápida y autónoma, pero por las leyes del desarrollo este proceso es largo. Por lo tanto, un bebé o un niño pequeño reacciona más lento y con poca precisión.
  • El cerebro.  Está “suspendido” dentro del cráneo y rodeado de las meninges que también están en desarrollo. Por lo tanto es importantísimo que la cabeza esté muy bien protegida para poder evitar lesiones muy graves.

Analizados todos estos puntos, sabemos que cabeza, cuello y abdomen son partes muy frágiles en nuestros pequeños. Por lo tanto, debemos protegerlas al máximo y eso sólo lo conseguiremos con dispositivos adecuados a sus características. La física y el estudio de cuál es el impacto más común nos dice que para que nuestros peques viajen SEGUROS deben hacerlo A CONTRAMARCHA el mayor tiempo posible.

¿Por qué debemos ir cambiando estos sistemas a medida que crecen?

Porque hay que proteger siempre cabeza, cuello y abdomen. Eso sólo lo conseguiremos si la silla se adapta a cada momento de su crecimiento.

Muchas familias me preguntan por los grupos 1/2/3 a favor de la marcha que existen en el mercado. Parece que hay prisa por pasar a los bebés que van en el grupo 0+ a un dispositivo en el que viajarán a favor de la marcha en una silla que le durará muchos años

Para que entendáis el concepto que os quiero explicar pensad por un momento en sus pies ¿Le comprarías un zapato de la misma talla a un niño de 2 años que a uno de 7? No, ¿verdad? El niño de dos años con un zapato grande no podrá caminar y posiblemente se caerá y acabará lesionándose. El de siete años posiblemente no pueda ni calzarlo, y si lo hacemos evidentemente vamos a dañar mucho sus pies.

Lo mismo pasa con las sillas para el coche. Si sentamos a un niño de 2 años en una silla grupo 2/3 le va a ir grande. No protegerá su cabeza debidamente porque seguro que le queda fuera del cabezal. No protegerá su cuello ni abdomen porque el cinturón no pasará por el lugar correcto y en caso de impacto puede provocar lesiones en órganos muy importantes.

Por otro lado está muy extendida la FALSA CREENCIA de que cuando el bebé ha llegado a los 9 kg o 13 kg ya se tiene que poner a favor de la marcha. Esto significa que hay un alto porcentaje de niños entre 6 y 9 meses (sí, así de pequeños) que ya pesan 9 kg y viajan en sistemas de retención que no garantizan su seguridad.

¿Es realmente tan más segura la contramarcha?

Para poder contestar a esta pregunta necesito explicar que el impacto más común según las estadísticas es el FRONTAL. Cuando un bebé viaja a favor de la marcha y tenemos un impacto de ese tipo, el cuerpo por inercia seguiría avanzando pero tiene el arnés o cinturón que lo retiene, pero la cabeza que no tiene nada que la retenga sale proyectada hacia delante. Por lo tanto el cuerpo queda pegado a la silla y la cabeza sale ‘disparada’. Si además, añadimos que su cabeza pesa el 25% del total de su peso y que está sujeta por un sistema musculoesquelético inmaduro que no puede contrarrestar esta gran fuerza a la que es sometido, sabemos que las consecuencias que tendremos son:

  • El cerebro impactará en el interior del cráneo por la parte anterior y posterior siguiendo los movimientos de la cabeza en el momento del impacto.
  • Las cervicales son arrastradas por la cabeza y con ellas también la médula espinal y todo el paquete vascular que contienen, pudiéndose alargar hasta los 5 cm con dos posibles consecuencias: una luxación atlantooccipital (de las dos primeras vértebras) y/o una sección medular (que se da ya a partir de los 2 cm de elongación cervical), dando lugar a lesiones neurológicas severas.
  • Respecto al abdomen: los órganos vitales están protegidos por las costillas, unos huesos aún inmaduros (blandos) que no pueden absorber el impacto y lo que hacen es ceder a la presión del cinturón y pasar la presión directamente a los órganos internos.

La fuerza de tracción a la que se puede someter unas cervicales en un niño hasta los 4 años es de 130 kg como máximo. Se ha analizado que viajando a favor de la marcha, esta tracción es de 250 kg, mientras que a contramarcha está entre 30 y 60 kg.

Estos resultados son tan distintos porque las leyes de la física nos dicen que si ponemos la silla a contramarcha las fuerzas ejercidas por un impacto frontal son absorbidas por el respaldo del sistema de retención y se reparten de manera homogénea por toda la cabeza, cuello y torso disminuyendo así la posibilidad de sufrir lesiones graves, ya que todo el cuerpo queda recogido por la silla.

 Entonces, ¿Qué creéis que es más seguro?

En España las leyes sobre la obligatoriedad de ir a contramarcha se quedan un poco cortas recomendando sólo mantenerla hasta los 15 meses. ¿Hasta qué edad nos recomiendas tú que la mantengamos?

Como habéis visto en las preguntas anteriores he hablado varias veces sobre la maduración de los músculos y huesos alrededor de los 4 años. Por tanto, esa sería la edad en la que podríamos pensar en hacer el cambio. Pero como, afortunadamente, tenemos sillas que alcanzan hasta los 25 kg yo os recomiendo que aguantéis a vuestros peques a contramarcha el mayor tiempo posible (aproximadamente 6 años)

¿Qué opinas de los grupos 0/0+ que también se usan para ir de paseo con el cochecito?

Que son un error. Voy a intentar resumir esta información, per me gustaría que le echaseis un vistazo a mi artículo en el blog porque creo que esta información es muy importante (Link:   https://www.crishurtadolab.com/2016/04/13/los-supuestos-peligros-del-grupo-0-huevito-debemos-usarlo/)

El grupo 0/0+ está pensado para utilizarse como sistema de retención infantil (silla de seguridad), por lo que la posición que adquieren cuando van tumbados en él es la pensada para protegerles en caso de impacto, no para que vayan cómodos.

Un bebé necesita descansar en una posición alineada y plana. Si le colocamos en estas sillas  su postura es parecida a la de una “C”, flexionando el cuello hacia delante y cerrando la boca. Esto no le permite respirar con fluidez y puede provocarle apneas (dejar de respirar unos segundos) y que le llegue menos oxígeno a la sangre. Hay dos estudios de Pediatrics donde podéis informaros:

  • Pediatrics 1: En este estudio podemos observar cómo la saturación de oxígeno, después de 90/120 minutos, en los bebés nacidos a término baja de 97% a 94% (parece poco pero es una gran diferencia), y en los bebés prematuros, hasta un 90%. Además, en éstos últimos, se producen apneas y bradicardias https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11533331
  • Pediatrics 2: En este estudio vemos como al comparar las consecuencias de tenerlos en diferentes posiciones, se demostró que en la cuna la saturación era de 97.9%, en el capazo 96.3% y en la silla 95.7% https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19706572

Finalmente, concluyen que estos dispositivos sólo deberían usarse como sistema de retención infantil y no como silla de paseo y a poder ser en trayectos inferiores a dos horas; si no es posible porque estamos en un viaje más largo, se deberán hacer paradas.

¿Debo modificar los airbags de mi coche para usar las sillas a contramarcha?

No, únicamente debemos desconectarlo cuando la plaza que esté ocupando sea la delantera. Que, como ya sabéis sólo se puede utilizar en caso de coches biplaza o que todas las plazas traseras estén también ocupadas por otros sistemas de retención infantil.

¿Pasa algo si las piernas de mi peque no caben a contramarcha y las tiene que doblar?

Absolutamente nada ???? Si nos fijamos en los niños cuando juegan sentados en el suelo, posiblemente podáis observar que están con las piernas flexionadas. Esta posición no es incómoda para ellos. Es más, cuando viajan a favor de la marcha suelen ir con los pies colgando. Esto les provoca hormigueo y otras molestias ¿Qué acaban haciendo? Subiéndolas a la silla y doblando las piernas

¿Es cierto que los niños/as yendo a contramarcha se marean más?

No, los niños que se marean lo hacen a favor de la marcha y a contramarcha. El mareo, lamentablemente no depende de la dirección en la que viajan. Y si no, pensad en cuando suben en las atracciones. Son capaces de ir en cualquier dirección sin marearse. Intenta hacerlo tú como adulto ¡Para mí es imposible! Eso sí, el peque que se marea se sentirá igual que tú.

¿Qué opinas de comprar las sillas del coche de segunda mano?

Es importante saber dos cosas antes de adquirir una silla de segunda mano:

  • LAS SILLAS CADUCAN. Entre los 6 y 10 años, dependiendo del fabricante. Todas las sillas llevan su fecha de caducidad en la estructura de plástico. Es importante consultarlo para saber que no ha llegado a su límite de uso. Esta fecha se pone porque los materiales que la componen se deterioran con el uso y el tiempo. Además pensad que se exponen a altas temperaturas tanto calor como frío.
  • SI LA SILLA HA SUFRIDO UN ACCIDENTE. Si se ha dado ese caso, la silla ya no tendrá la misma respuesta en el siguiente accidente. Posiblemente no tendrá la misma capacidad de absorción del impacto o quizá alguna de sus piezas ha quedado alterada y puede romperse. En la compra de segunda mano no se puede asegurar que la silla esté intacta. Yo no me arriesgaría.

La compra de sistemas de retención infantil siempre debería hacerse en tiendas realmente especializadas. Principalmente porque para adquirir la silla que mejor se encaje con tu coche y tu peque hay que tener en cuenta variables como: el ángulo de la banqueta, el espacio, si el coche tiene cajón en el suelo, como se hace la instalación correcta, etc.

¿Comprarías unos frenos para tu coche de segunda mano o en un supermercado? NO, ¿verdad? Pues con los sistemas que protegerán la vida del pasajero más vulnerable debemos hacer lo mismo, dejar a los expertos que nos asesoren.

Muchísimas gracias Cristina por resolver algunas de las dudas más frecuentes que tienen las familias. Os invito a visitar su página web y a seguirla en redes, publica muchos posts interesantes! Creo que no nos queda ningún tipo de duda, ¡A CONTRAMARCHA EL MAYOR TIEMPO POSIBLE!

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Dra. Anna Estapé - Pediatra
¡Hola! Soy Anna Estapé, pediatra especializada en educación emocional. Me dedico a proteger el bienestar integral de la infancia, a través de mi trabajo en consulta, mis libros, conferencias y otras actividades divulgativas. Mi misión profesional es mejorar las experiencias de los niños y las niñas en los entornos pediátricos.

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