La seguridad de los bebés en la bañera se relaciona con dos riesgos principales: el riesgo de ahogamiento (sí, un bebé se podría ahogar en una bañera) y la posibilidad de una escaldadura, es decir, una quemadura por contacto con agua caliente.
Es muy importante prevenir estos dos riesgos, por lo que estos serían algunos consejos para disminuir su probabilidad:
- Sujetar bien al bebé para evitar que resbale
- Nunca dejar el bebé solo en la bañera, ni un segundo. Intentar tener todo a mano.
- Quitar el tapón de la bañera antes de sacar al bebé.
- No dejar a los niños solos en el baño.
- Poner poca cantidad de agua en la bañera.
- Ser cuidadoso con la temperatura del agua del baño. Poner agua templada. Las escaldaduras son la principal causa de quemadura en los bebés pequeños. Los bebés tienen la piel más fina que los adultos, por lo que se pueden quemar con más facilidad.
Teniendo estos consejos en mente, ya podemos disfrutar de nuestro momento de baño con el bebé.
Para jugar, un bebé no necesita más que sus manos para experimentar con el agua y salpicar. Cuando ya se aguanta sentado, puede jugar con recipientes, juguetes específicos de agua o incluso libros impermeables. Los juguetes de agua deben tener un cuidado especial, especialmente aquellos que pueden retener agua en su interior, ya que pueden acumular gérmenes.
Además, podemos aprovechar el momento del baño para poder dedicar presencia a nuestros hijos e hijas y fortalecer nuestro vínculo. Caricias, canciones y masajes son un buen acompañamiento para ese momento.