La laringitis es una inflamación de la laringe, que se encuentra en la parte inferior de la garganta, entre la faringe y la tráquea. Está provocada por un virus y suele aparecer cuando llega el frío, en otoño e invierno.

¿Qué síntomas da una laringitis?

La laringitis da clásicamente 3 síntomas:

• Tos de perro o de foca: es una tos muy característica, como de perro ladrando. La tos suele empeorar por la noche.
• Afonía o ronquera: como las cuerdas vocales se encuentran en la laringe y esa zona está inflamada, esto puede provocar una afonía.
• Estridor: es un ruido que hace el niño/a al respirar debido a que la vía respiratoria está un poco obstruida y el aire pasa con más dificultad. Es un ruido agudo.
• También puede acompañarse de otros síntomas como mocos, fiebre, dolor de garganta, malestar…

¿Qué puedo hacer ante una laringitis?

• Favorecer un ambiente frío y húmedo. Puede ayudar salir al balcón si hace fresco fuera. Si disponéis de humidificador, puede resultar útil.
• Intentar mantener la calma y que el niño/a esté tranquilo.
• Podemos ofrecer un antiinflamatorio como el ibuprofeno, a su dosis ajustada por peso.
• En función del grado de laringitis, nuestro pediatra puede recetarnos un corticoide en jarabe. El objetivo del corticoide es disminuir la inflamación de la laringe.
• En casos más importantes, se puede recurrir a otros tratamientos en forma nebulizada (adrenalina).
• Como hemos comentado, la laringitis está causada por un virus, por lo que en esta ocasión los antibióticos no serán útiles.

¿Cuándo debería acudir a urgencias?

• Si tu hijo/a tiene dificultad para respirar y se ahoga. Aquí podéis leer un post para saber cómo identificar si a vuestro hijo/a le cuesta respirar.
• Si tiene estridor en reposo y estando tranquilo.
• Está somnoliento o muy irritable.
• No puede tragar y babea mucho.
• Tiene una coloración azulada de los labios.

Por suerte la mayoría de las laringitis son leves y se resuelven en unos días sin complicaciones.