La estenosis del canal lagrimal es la obstrucción total o parcial de unos pequeños conductos que conectan el ángulo interno del ojo con la nariz. Puede afectar a ambos ojos o sólo a uno de ellos.
Suele aparecer durante las primeras semanas de vida. Las lagrimas no se drenan correctamente por lo que se estancan en el saco lagrimal y se produce una secreción mucosa o purulenta que deja un ojo pegajoso (legañas). También es frecuente que se presente en forma de lagrimeo constante y persistente de uno o ambos ojos. Estos síntomas suelen agravarse en el contexto de un resfriado.
La obstrucción de estos conductos suele ser temporal y se resuelve al cabo de pocas semanas o meses. Se puede facilitar el drenaje de las lágrimas con un suave masaje en la zona. El masaje se realizará con el dedo índice presionando sobre el ángulo interno del ojo y firmemente bajando hacia la base de la nariz, siempre en sentido de arriba a abajo (sin retroceder). Se repetirá esta maniobra unas 8-10 veces cada vez. El masaje se debe realizar unas 3 veces al día, todos los días hasta resolución, acompañándose de una correcta higiene de ojos y párpados con suero fisiológico.
En ocasiones se debe descartar una conjuntivitis bacteriana y en este caso se añadiría al tratamiento un antibiótico tópico.
La mayoría suelen resolverse durante el primer año de vida. Si la clínica persiste a partir del sexto mes se valorará la derivación a un oftalmólogo. Algunos casos puntuales requieren el sondaje del sistema lagrimal para permeabilizar la vía.