¿Por qué se producen los mareos en el coche?

Para poder mantener el equilibrio en nuestro día a día, nuestro cerebro recibe información tanto del oído interno como de la vista y de la posición de nuestro cuerpo. Cuando se reciben informaciones contradictorias o descoordinadas desde estos distintos circuitos, es cuando aparece el mareo. Es decir, cuando hay un desajuste entre lo que sucede y lo que percibimos.

Aquí aparecen los síntomas tan desagradables del mareo por movimiento, también llamado cinetosis:

• El malestar
• El sudor frío
• Las nauseas
• E incluso los vómitos

¿Los bebès también se marean?

El mareo puede aparecer a cualquier edad, aunque en bebés es poco frecuente. En cambio, a partir de los 2 años y hasta los 12 o 13 años es más habitual.

¿Qué podemos hacer para evitar el mareo?

• Evitar comidas abundantes y copiosas antes de iniciar un viaje. Hacer una comida ligera.
• Evitar viajar con mucha hambre.
• Intentar hacer coincidir el momento del viaje con la siesta.
• Poner ropa cómoda y ligera
• Durante el trayecto, mantener la vista y atención fija en el horizonte, así la percepción de movimiento disminuye.
• Evitar que miren fijamente un objeto. Evitar leer, pintar o mirar un dispositivo electrónico. Podemos jugar a juegos tipo el veo veo, cantar, explicar historias o escuchar audiocuentos.
• Evitar que miren por las ventanas laterales.
• Hacer una conducción suave, evitando aceleraciones o frenazos bruscos.
• Mantener una temperatura agradable dentro del coche, evitando el calor.
• Evitar olores intensos.
• Hacer paradas frecuentes durante el trayecto.
• Mantener una buena hidratación durante el viaje.

¿Existen medicamentos para evitar el mareo?

Si, existen medicamentos que en el caso que las medidas comentadas no funcionen se pueden usar. Son medicamentos del grupo de los antihistamínicos y se pueden ofrecer a partir de los 2 años. No obstante, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios como la somnolencia, por lo que será siempre recomendable consultar previamente con tu pediatra.

Por último, es importante saber que pueden disminuir con la adolescencia y la etapa adulta, aunque eso depende de cada persona ya que hay personas que no se han mareado nunca y en cambio otras tienen más predisposición y pueden mantener esos mareos a lo largo de la vida.