El sueño de la mujer embarazada se modifica ya desde el primer trimestre del embarazo, debido a cambios en los niveles de estrógenos que cambian su arquitectura. Se produce una disminución de la cantidad total del sueño y de su eficacia, empeorando a lo largo del embarazo.
¿Qué características tiene el sueño de la mujer embarazada?
- Se producen más siestas
- Más despertares nocturnos
- Menos sueño profundo
- Más patologías del sueño como síndrome de piernas inquietas, insomnio, ronquido y apnea del sueño
- Se añaden otros factores que pueden influir en el sueño y en su fragmentación como la necesidad de hacer pis por la noche, el disconfort músculo-esquelético, los movimientos fetales, las contracciones uterinas, la congestión nasal o rinitis, la acidez de estómago, los calambres en las piernas o la dificultad para adoptar una postura cómoda durante la noche.
Una pobre calidad del sueño durante el embarazo se ha relacionado con síntomas depresivos en el periodo postparto y problemas en el nacimiento como el parto prematuro.
Además, la disminución de la calidad del sueño sigue durante el período postparto, especialmente en el postparto inmediato, en el que comparado con el embarazo, las madres tienen el triple de despertares nocturnos, una disminución de la eficacia del sueño y el doble de somnolencia diurna. La mayoría de estas alteraciones están asociadas a los horarios de alimentación del recién nacido y a las distintas necesidades de sueño entre un bebé y un adulto.