Las enfermedades infecciosas son muy frecuentes durante los primeros años de vida. La mayoría son víricas, especialmente de causa respiratoria o digestiva, y de fácil contagio. Es por esta razón que en algunas ocasiones es conveniente excluir temporalmente a niños enfermos de la guardería o del contacto con otros niños.
En términos generales, un niño que tenga mal estado general, fiebre o dificultad para respirar nunca debería ir a la guardería. Si ha tenido fiebre debemos esperar cómo mínimo 24h sin nada de fiebre para plantearnos llevarlo.
A continuación tenéis algunas de las enfermedades más frecuentes que requieren exclusión de la guardería:
GASTROENTERITIS: exclusión hasta 48 horas después de la última diarrea.
CONJUNTIVITIS: exclusión hasta 24 horas después del inicio del tratamiento antibiótico en gotas.
GRIPE: exclusión hasta recuperación (sin fiebre y buen estado general).
VARICELA: exclusión hasta 7-10 días del inicio de la erupción (hasta que todas las lesiones sean costra)
ESCARLATINA / AMIGDALITIS BACTERIANA: exclusión hasta 24 horas del inicio del tratamiento antibiótico
TOS FERINA: exclusión hasta 5 días después del inicio del tratamiento antibiótico.
BOCA-MANO-PIE: exclusión si afectación del estado general, fiebre o dificultad para comer.
IMPÉTIGO (infección de la piel por una bacteria): exclusión hasta 48 horas del inicio del tratamiento antibiótico o hasta la curación de las lesiones.
PIOJOS: exclusión hasta el día siguiente de iniciado el tratamiento.
TIÑA (infección por hongos): exclusión hasta el inicio del tratamiento (si la infección está en el pie y acude a piscina, exclusión hasta que esté completamente curada).
SARNA: exclusión hasta completar el tratamiento.
MOLUSCO CONTAGIOSO y VERRUGAS: no es necesaria la exclusión pero deben taparse las lesiones y evitar compartir ropa, toallas…