Las picaduras de insecto son muy frecuentes en verano, y aunque son un incordio, la mayoría de las veces no producen complicaciones. De todas formas, se debe conocer que hay personas que pueden reaccionar de forma más intensa a las picaduras, incluso algunas pueden padecer una reacción alérgica importante.
Los repelentes de insectos son productos que se aplican sobre la piel para prevenir las picaduras. La mayoría de ellos contienen productos químicos por lo que su uso en niños se debe vigilar. Debemos intentar evitar aplicarlos en niños de menos de 2 años, priorizando el uso de mosquiteras y de ropa adecuada (manga larga, algodón, color claro).
¿Cómo debemos aplicar un repelente de insectos en los niños?
– Se deben aplicar por los adultos. El adulto debe aplicárselo primero en sus manos y posteriormente en la piel del niño.
– Antes de todo debemos aplicar una pequeña cantidad de producto en una pequeña área de la piel para observar que no produzca ninguna reacción.
– Evitar los ojos, la boca y utilizarlo con moderación alrededor de los oídos. No aplicarlo en las manos ya que fácilmente se las llevaran a la boca.
– No aplicarlo por debajo de la ropa. Si lo aplicamos en la ropa, lavarla antes de usarla otra vez.
– Si es en formato aerosol, no aplicar directamente en la cara. Primero en las manos y posteriormente extenderlo.
– No aplicarlo en zonas con eczema, heridas, lesiones…
– Al volver a casa, lavar la piel con agua y jabón.
– Si lo usamos conjuntamente con un protector solar, aplicar primero el protector solar y posteriormente el repelente. No es recomendable que un mismo producto contenga el protector solar y el repelente de insectos, ya que la frecuencia de aplicación de estos es diferente.