- Herida que sangra mucho: aplicar presión con una gasa o un trapo limpio. Si la gasa se empapa de sangre, no la retiraremos y aplicaremos otra capa encima.
- Herida que no sangra: limpiar con agua y jabón y enjuagar con abundante agua.
- Sangrado de nariz: hacer la pinza con los dedos en la nariz presionando especialmente el agujero que está sangrado e inclinarse hacia adelante (¡no hacia atrás!).
- Golpe en la cabeza: aplicar frío (no directo) en la zona y vigilar los signos de alarma del golpe en la cabeza.
- Quemadura: poner la zona bajo un chorro de agua fría durante un buen rato. Si hay ampollas, no romperlas.
- Picadura de mosquito: poner frío para aliviar el picor, cortar las uñas cortas para evitar heridas cuando se rasquen y vigilar los signos de infección.
- Picadura de medusa: no frotar la zona y limpiar la herida con agua salada (¡nunca agua dulce!). En este post tenéis más recomendaciones.
- Enseñar a los niños y niñas el número de emergencias. En el caso de los países de la Unión Europea, el 112. Es importante que sepan para qué sirve y cuándo hay que llamar y cuándo no. Los que habéis hecho el taller de primeros auxilios conmigo sabéis que siempre dedico unos minutos al final del taller a hablar de este tema.
Y por último, recordar la importancia de realizar talleres de primeros auxilios de forma periódica. Tenéis mis talleres presenciales y online disponibles aquí.
Padres informados, niños protegidos.