Las fontanelas son espacios membranosos que hay entre los huesos del cráneo de un bebé. Hoy descubrirás 5 datos que quizás no sabías sobre ellas:

1. En realidad hay 6 fontanelas. Sí es cierto que dos de ellas son más grandes y más conocidas, especialmente la fontanela anterior que se encuentra en la parte superior de la cabeza. Otra fontanela sería la posterior, que se encuentra en la coronilla de la cabeza.

2. Alguna vez podréis ver que la fontanela de vuestro bebé late. Es normal, no os debéis asustar. Son el latido de los vasos sanguíneos que la irrigan.

3. La palpación de la fontanela nos puede dar mucha información, no solo revisaremos su tamaño sino también su forma. Una fontanela muy abombada (abultada) o deprimida (hundida) puede ser un signo de alarma de algunas enfermedades. Por ejemplo, una fontanela abombada puede ser un signo de meningitis y una fontanela deprimida un signo de deshidratación.

4. Se pueden tocar sin problema ni suponer un riesgo para el bebé. Son membranas gruesas y resistentes, y aunque a las familias os suele dar un poco de miedo, se pueden tocar, lavar y peinar. Deberemos tener la delicadeza que tenemos con cualquier otra parte del cuerpo de un bebé. En todas las revisiones el pediatra la tocara y valorará su tamaño, debe controlar el momento en el que se cierra y cómo va creciendo la cabeza.

5. Las fontanelas tienen distintas funciones, por un lado permiten que la cabeza se amolde a la pelvis de la madre durante el parto, y por otro lado, permite que el cerebro crezca y tenga espacio dentro del cráneo. La fontanela más grande, la anterior, suele cerrarse entre los 12 y 18 meses.

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