Todas las cicatrices inicialmente tienen un aspecto más llamativo, son rojas y tensas, sin embargo, con el paso del tiempo se hacen más claras y flexibles. Este proceso puede tardar des de 6 meses hasta 2 años. Como evoluciona la cicatriz con el tiempo es diferente en cada persona, hay gente que tiene más tendencia a hacer cicatrices hipertróficas o queloides.
¿Qué podemos hacer nosotros para conseguir la mejor cicatriz posible?
- PROTECCIÓN SOLAR
Es imprescindible. Las cicatrices deberían ser protegidas con especial cuidado del sol por lo menos durante el primer año. El sol puede oscurecer las cicatrices de forma permanente y hacerlas mucho más visibles.
Aproximadamente 2 semanas después de la herida, se puede empezar a poner factor de protección solar. Se debe aplicar durante todas las estaciones, no sólo en verano, y también si el día está nublado. Otras opciones son usar ropa con protección solar o tiritas para proteger la cicatriz del sol (en función de su localización). El FPS debe de ser mínimo de 30 (preferiblemente 50+) y de amplio espectro (proteger contra UVA y UVB). Reaplicar cada 2 horas y ser generoso con la cantidad.
- MASAJE EN LA CICATRIZ
Un masaje en la cicatriz puede ayudar a hacerla más suave y delgada, menos sensible y puede aliviar el picor (sí, las cicatrices pueden picar). Normalmente se recomienda empezar al cabo de un mes, cuando el área está completamente curada, sin zonas abiertas, puntos ni costras.
Usa el dedo para poner el producto (aceite, loción, crema…) y haz un masaje en 3 direcciones: arriba y abajo la longitud de la cicatriz, a través de la cicatriz y finalmente haciendo pequeños movimientos circulares. La presión debe ser suficiente para que la cicatriz se ponga blanca y se estire un poco, pero siempre sin dolor. Puedes hacer el masaje durante 3-5 minutos cada vez y hacerlo un par de veces al día.
- OTROS TRATAMIENTOS
También existen otros tratamientos más específicos que pueden ayudar con los cuidados de la cicatriz o ayudar a mejorar su aspecto. Algunos ejemplos son los geles de silicona o los parches reductores. No obstante, estos tratamientos deben ser individualizados y sólo se deberán utilizar si vuestro pediatra o dermatólogo os lo aconseja, y en función de cada niño y cada cicatriz.