¿Chupete sí, chupete no?

Como todos sabemos, el chupete tiene algunos beneficios cómo ayudar a calmar a los bebés y sobretodo reducir el riesgo de muerte súbita del lactante. No obstante, también tiene algunas desventajas que debemos conocer, sobretodo des del punto de vista odontológico.

Es por este motivo que en esta ocasión, para tratar este tema contamos con la colaboración de Marta Fabró, odontóloga especialista en pediatría, que nos responderá algunas preguntas.

1. En caso de usar un chupete, ¿cuál sería el mejor?

Es importante utilizar un chupete de tamaño adecuado a la edad del niño. Respecto al material, es más recomendable la silicona, ya que los de látex retienen más bacterias y absorben más olores. De todos modos, cada niño tiene sus preferencias… Los chupetes pueden tener forma redonda o anatómica. Prácticamente la mayoría de los que encontramos en el mercado actualmente son de ésta última (también llamada ortodóncica), la más recomendada por adaptarse mejor a la boca del peque.

2. ¿Qué problemas puede provocar el uso del chupete?

El uso del chupete antes de los 2-3 años no provoca ningún problema ortodóncico, o son totalmente reversibles. Como máximo, el niño debería utilizar chupete hasta su segundo cumpleaños, para reducir el riesgo de maloclusiones (malas mordidas) que puedan persistir hasta la edad adulta. Las secuelas de los hábitos de succión prolongada (chupete y succión del pulgar) más allá de estos 2-3 años se relacionan con maloclusiones, especialmente con la mordida abierta y las mordidas cruzadas posteriores. Éstas últimas son las más graves y permanentes en un futuro.

3. ¿Pueden estos problemas repercutir en la masticación o en la pronunciación en un futuro?

Las mordidas abiertas anteriores podrían interferir en la pronunciación de algunas letras y las cruzadas posteriores en problemas de oclusión más importantes en el futuro. Los niños mayores de 3 años en los que persista el hábito y sobretodo los que ya presenten maloclusión dental temprana deberían ser referidos a un odontopediatra u ortodoncista para que les den la información necesaria acerca de los riesgos del hábito y determinar el tratamiento a seguir para evitar maloclusiones esqueléticas mayores.

 4. ¿Se pueden tener caries en los dientes de leche?

Sí, igual que en los dientes definitivos. Y, al contrario de lo que cree mucha gente, es importante prevenirlas y tratarlas, ya que pueden provocar problemas en los dientes permanentes que se están formando debajo y el desarrollo de la boca en general. Para evitarlas es muy importante una buena higiene desde pequeñitos, sobretodo desde que les sale el primer diente, y no mojar nunca el chupete en líquidos (zumos, miel, azucarados…) porque se desarrollan caries importantes.

5. Sabemos que no se recomienda introducir el chupete antes del primer mes de vida ya que su uso precoz puede interferir en la lactancia materna pero, ¿en qué momento se recomienda retirar?

Como ya hemos comentado, un buen momento sería hacia los 2-3 años, cuando no coincida con acontecimientos importantes para el pequeño, como la retirada del pañal o empezar la guardería y es bueno hacerlo todo lo natural que se pueda, sin que sea una experiencia dramática. Previamente podemos ir acostumbrando al pequeño a que utilice el chupete sólo para ir a dormir o en situaciones de estrés emocional.

Tampoco se trata de una regla fija, ya que otros condicionantes pueden hacer esta fecha flexible, como el grado de madurez del niño o algunas circunstancias médicas o psicosociales.

6. Y si nuestro bebé se chupa el dedo en vez del chupete, ¿qué podemos hacer?

Aunque chuparse el dedo pueda parecer más natural que el chupete, lo cierto es que es bastante más peligroso: las manos de los niños están en contacto permanente con agentes contaminantes y los dedos son más duros que las tetinas de los chupetes, con el mayor riesgo de lesionarse la mucosa oral, además de la piel del propio dedo: maceraciones, callosidades, heridas… Y respecto a la dentición, es mucho más perjudicial que el chupete, ya que muchas veces las alteraciones que produce éste son reversibles, mientras que con el dedo, al producirse una mayor elevación y estrechamiento de la bóveda del paladar, es necesario un tratamiento ortodóncico para corregirlo posteriormente.

Este hábito es mucho más difícil de controlar y erradicar que el chupete, por lo que, si es posible, se recomienda intentar cambiar al chupete cuando el pequeño comience con el dedo.

7. ¿Nos podrías dar algún consejo sobre los cuidados y su mantenimiento?

Unos consejos básicos podrían ser:

    • No utilizarlo el primer mes de vida para no interferir en la instauración de la lactancia materna.
    • Intentar evitar el uso del chupete como método para retrasar una comida.
    • Debería lavarse al menos una vez al día con agua y jabón (no detergentes químicos que luego se llevará a la boca)
    • Es recomendable cambiarlos cada 2-3 meses, dependiendo del uso que le dé el niño, y sobretodo si tiene alguna grieta o se rompe, para evitar que ingiera fragmentos. Hay que inspeccionarlos de vez en cuando, sobretodo cuando ya tienen dientes y pueden morderlo y romperlo más fácilmente.
    • La base del chupete ha de ser lo suficientemente ancha como para que no se lo pueda meter todo en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia.
    • Nunca untarlo de sustancias azucaradas, como tampoco dárselas en el biberón.
    • Si atamos el chupete a la ropa, la cinta ha de ser cortita (las de compra ya suelen ser así), para evitar riesgo de asfixia.
    • En niños ya más mayores, no es aconsejable que lleve siempre colgando el chupete, sino mejor dárselo, no es bueno que lo tengan a disposición en todo momento.
    • Si lo utiliza para dormir, retirarlo de la boca con suavidad una vez dormido y luego cerrar sus labios.
  • Muchos niños utilizan el chupete para tranquilizarse, sobretodo en la época del destete o en ausencia de sus padres. No hay que reprenderlos por ello, ya que eso dificultará su retirada definitiva.
Dra. Anna Estapé - Pediatra
Dra. Anna Estapé - Pediatra
¡Hola! Mi nombre es Anna Estapé, y soy madre de corazón y pediatra de vocación. Soy la fundadora del Centro Pediátrico Dra. Anna Estapé, ubicado en Granollers (Barcelona), donde acompañamos a las familias en el crecimiento de sus pequeños/as y cuidamos de lo más valioso de sus vidas, la salud de sus hijos/as, con mimo y sin prisas.

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